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sábado, julio 27, 2024

Sonido de las estrellas

El Estudio Caonao comienza a rendir sus frutos con el primer disco que sale de Camagüey para la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) de Cuba. Es el principio de un camino de oportunidades para el registro de la sonoridad de lo regional que ha de conquistar el oído del mundo.

Sesiones de hasta doce horas durante una semana permitieron la concreción del proyecto Estrellas de Caonao (Vol. I), pensado con la luz larga del productor musical Manolito Simonet. Los 11 temas compuestos o interpretados por cantantes de esta provincia serán la carta de presentación.

Precisamente nace con el mérito de una labor arqueológica y con la vocación de la gratitud hacia quienes fueron artistas plenos y han padecido la condena de la amnesia contemporánea. Por eso alegra tanto la presencia del veterano Pedro Pablo Núñez con su Tremendo personaje, un exitazo de Maravilla de Florida, también en el repertorio activo de El Trabuco.

El disco ofrecerá un paseo tradicional y popular. Rumbatá defiende el guaguancó Demostrando mi rumba; Eliseo Saavedra, líder del Septeto Camagüey, brinda de su cosecha La señora que estoy buscando ahora; el Dúo Voces asume el son montuno Regálame una noche; y Liudmila Pardillo obsequia un bolero de Rafael “Papito” García. Todo fluye con excelencia.

Wilmer Ferrán, el coproductor musical, prefiere hablar del sabor de colores y de timbres, y del reto para los artistas: “Un estudio no es un ensayo, no es un concierto. Requiere exquisitez musical y buena preparación técnica. Manolito ha recibido la respuesta que necesitaba. Hay talento y hay deseo”.

El cantante y director de Rumbatá comprobó el calibre técnico del estudio durante la cuarentena al grabar Mi rumba no va a parar, cuarto fonograma de su grupo, para licenciar con Bis Music: “Llegó la hora de demostrar que estudias, que tienes un repertorio activo, que quieres proyectar tu música. Caonao da la oportunidad de ser auténtico”.

TÉCNICOS Y ESPECIALISTAS

Yurwhys Shuman Deler llevaba tiempo preparándose. De hecho fue el ingeniero de grabación que Manolito presentó durante un conversatorio en el 2017, cuando donó tecnología para habilitar el laboratorio de sonido y edición de la filial de la Universidad de las Artes.

“Hice mis cosas de manera empírica en la radio y en la Oficina del Historiador de la Ciudad. Ya se materializa este sueño, técnicamente equipado para un producto competitivo. Como dice Manolito, aquí se amplifica lo malo y lo bueno”, explicó quien domina el sistema Pro Tools y de la Interfaz Digital para Instrumentos Musicales o MIDI, con que se trabaja en el mundo.

Hasta ahora solo está él con el asistente Maikel Castillo. De aprendices pasarán a maestros para lograr disponer de tres o cuatro turnos porque seguro la demanda “romperá los termómetros” cuando empiecen a llegar encargos de la EGREM o seleccionen proyectos de la zona centro-oriental para Colibrí.

Como jefa del Estudio de Grabación se estrena la musicóloga Heidy Cepero Recoder. Ella relaciona su seguridad con la formación profesional y el talento natural de los colegas: “Es fácil para mí coger problemas de afinación o elementos de estilo. Además podré foguearme como productora musical”.

La experiencia a pie de obra con Manolito vale para ella tanto como un proceso de doctorado: “Es un productor sin parangón porque piensa bien el proyecto, que ya ha visto su futuro. Tiene un concepto en cada arreglo con el estilo según el timbre de voz, y una sensibilidad con el músico. Me ha maravillado”.

“Vaya, yo me fui por grabar”

En un lustro, Manolito Simonet ha estado más de una vez en su natal ciudad de Camagüey. Desde la condición de hijo puede mirarse como un deber, pero como artista deviene una prueba de lealtad a un proyecto para el beneficio colectivo y que desde el nombre se defiende con genes de resistencia cultural.

“Agradezco a Jorge Luis Tapia Fonseca y a Isabel González Cárdenas cuando eran el primer secretario y la presidenta de la provincia, por apoyarme en la iniciativa de hacer, a raíz del evento Sonido Camagüeyano, el Estudio de Grabación Caonao”, empieza por ahí su diálogo con Adelante.

La instalación ubicada en la calle Goyo Benítez número 19 tuvo su puesta en marcha el 14 de diciembre del 2019, pero la inauguración oficial fue hace unos días con la propuesta Estrellas de Caonao (Vol. I)

“Como característica especial contiene músicos de Camagüey y de otras provincias porque las bases se grabaron en La Habana. Es el comienzo de un ciclo de producciones, como una réplica de Estrellas de Areíto, del estudio más importante de la EGREM. Todavía falta el proceso de mezcla y masterización, que haremos en la capital. Para lanzarlo al mundo queremos ir al seguro”, dijo.

En el disco retoma La ciudad, uno de los primeros temas que él compuso cuando estaba en la orquesta Maravilla de Florida: “Tengo muchos amigos que estaban junto conmigo en aquel tiempo. Me los encontraba aquí y ya no estaban ni en el arte. Eran estrellas pero su obra no quedó plasmada”.

Este es el decimosexto disco que produce el afable artista que nació en la barriada de Florat, vivió en La Vigía, estudió montaje industrial en Nuevitas y pasó el servicio militar en la especialidad de infantería.

“Hace 27 años hice mi orquesta, El Trabuco. El artista dice sicológicamente “eso tengo que hacerlo en La Habana”, por la costumbre. Ahora damos las herramientas para competir desde acá. Vaya, yo me fui por grabar. Ya por eso no se irá un músico de Camagüey”.

Por Yanetsy León González / Adelante

Foto: Alejandro Rodríguez Leiva/ Adelante