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domingo, mayo 05, 2024

Salón Fidelio, del hacer y el pensar

El Salón de Artes Visuales Fidelio Ponce de León presenta sesiones académicas con amplio temario en la práctica, la gestión del pensamiento crítico y la transformación de la realidad desde proyectos creativos.

Durante mucho tiempo, el principal evento convocado por el Consejo Provincial de las Artes Plásticas de Camagüey, fue promovido desde la pretensión de ser la muestra representativa del quehacer artístico en el territorio. Ya habla distinto.

El cambio del evento a bienal indicó la dificultad desde lo económico para sostenerlo anual, tanto como el cuestionamiento del eslogan por la participación y la producción en los talleres sin llegar al salón por salir directo al exterior.

Varios aspectos ponen en contexto la postura de los artistas visuales en Cuba, ante la casi nula disponibilidad de materiales tradicionales, la inexistencia de un mercado del arte y encarar la realidad como artista independiente.

En general, los salones han sido impactados por el debate acerca la formación académica, el talento y el oficio; la migración a otros espacios donde legitimar la obra; el acomodamiento de la crítica en los cánones de la historia y su desfase o desatención a la obra hecha con el lenguaje de los nuevos medios.

Por eso, la edición 33 del Salón Fidelio Ponce desde la respuesta a la modesta convocatoria logra un mosaico de tema, de actualidad, principalmente expuestas por voces muy jóvenes, quienes no sólo cuestionan la tradición sino que integran generaciones activas que le preceden.

El camagüeyano Reydi Zamora, artista graduado de la Academia Vicentina de la Torre, reside en Santiago de Cuba donde egresó como historiador del arte por la Universidad de Oriente. Allá impulsa la revista especializada El Marchante. Aquí habló de repensar el arte ahora, lo contemporáneo, por los nuevos contenidos generados con inteligencia artificial y los cubanos en el mercado digital.

En eso que aún no se tiene en cuenta en los planes de estudio de las academias cubanas, ya otro coterráneo, Néstor Siré, ha desbrozado un camino. Se ha insertado en las llamadas plataformas NFT donde coloca modelos interactivos de su proyecto Cuba Creativa. Contó del proceso para la instalación inmersiva Memoria (2023), dedicada a la vida de lo digital, al principio y el fin de una obra para un artista que trabaja con los nuevos medios.

Si bien Reydi y Siré ponen al día en torno a lo más reciente, el enfoque no desentona ni riñe con los temas de otros conferencistas que vindican a escultores de otro tiempo, como Esteban Betancourt, o al grabador Raúl Alfaro, a quien la joven Roxana Duquesne presentó como “el introductor de la colografía en Cuba”.

En la mañana de este viernes, el arquitecto Henry Mazorra ofreció un exquisito contrapunteo a partir del tristemente célebre caso de Frank Gehry, del fracasado movimiento deconstructivista, fracasado porque, como enfatizó Henry, “el arquitecto sigue teniendo la multifuncionalidad de darle una solución a todo”.

De la teoría a la práctica corresponde este sábado la apertura de la exposición bipersonal Analogía de la forma, de los artistas y profesores Nelson Miranda y José Antonio Hechavarría. Ambos comentaron acerca del proyecto pedagógico y multidisciplinario Cartón Creativo, que sale de la academia y aspira a ser autosustentable también en el tiempo.

Hasta el momento, llena de alegría la numerosa participación de estudiantes de la “Vicentina”, porque cada espacio de confrontación, teórica o artística, resulta sin lugar a dudas una escuela de aprendizajes inesperados.

Por Yanetsy León González/Adelante