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jueves, abril 18, 2024

Reconocen gestión del Centro Provincial del Libro en Camagüey

Camagüey- Jóvenes autores agradecen la gestión del Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL), por vindicar en los últimos tres años la figura del escritor y ampliar los espacios de incidencia social.

El elogio emergió en el Café Literario La Comarca durante un intercambio promovido por la institución que implicó a trabajadores y a representantes de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

La primera interrogante fue motivada por la nueva resolución gubernamental para la protección del derecho de autor, ya que el territorio maneja precios más altos desde hace tiempo.

Ese documento fija 300 pesos como tarifa mínima para charlas, conferencias, lecturas de obras literarias por su autor, interpretación pública de obras literarias y presentación de obras y autores.

Según la confirmación de Yuslema Cabrera Rosell, especialista principal del Centro de Promoción del Libro y la Lectura Gertrudis Gómez de Avellaneda, pagan 650 pesos a los miembros de la Uneac; y 700 pesos a los miembros de la Uneac con peñas caracterizadas.

Para el caso de los miembros de la AHS entregan 450 pesos, y si tienen peñas reciben 500 pesos. Los autores que no pertenecen a ninguna organización reciben 400 pesos por sus acciones.

“Mantendremos los precios y estamos abiertos a subir porque estudiamos el presupuesto. La colaboración no es un salario. Históricamente, los escritores han sido los menos remunerados; además, la institución estatal socialista está para atenderlos”, afirmó Yunielkis Naranjo Guerra, director del CPLL de Camagüey.

En 2020, al irrumpir la pandemia de COVID-19 en Cuba, este CPLL comenzó a articular su programa de beneficio con la realización de audiovisuales y tuvo la iniciativa de impulsar desde las librerías de la ciudad la venta a domicilio.

Desde el pasado mes de junio, la institución acompaña el proceso de vacunación con puntos de venta en los vacunatorios y acciones de promoción de la lectura, protagonizadas principalmente por los autores.

“La experiencia en los vacunatorios es grata. Las personas lo agradecen, se han vendido muchos libros y la retribución monetaria es buena porque los escritores tenemos que comer, que comprar ropa… Un artista debe ganar notoriedad por su obra y no por su proyección política”, contó el joven Lázaro Foronda, miembro de la AHS y estudiante de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual, de la Universidad de las Artes en La Habana.

Precisamente, en ese diálogo también se habló de los disturbios del 11 de julio en Cuba, y de los problemas creados por las personas al incumplir con sus deberes públicos y así obstaculizar el funcionamiento de las instituciones.

“Usted puede reclamar algo que está mal hecho, pero tiene que hacerlo desde la ética con un sentido de responsabilidad social, y eso sí ha faltado en esa historia”, argumentó Jorge Santos Caballero, escritor formado en Derecho.

Evelin Queipo Balbuena, directora de la Editorial Ácana, dijo: “Que no haya autores que salieran a protestar ni detenidos es porque desde el CPLL de Camagüey les hemos dado respuestas a sus inquietudes y para sus proyectos. Es bueno saber que no tenemos autores inconformes con nosotros”.

La opinión favorable de ese pequeño grupo puede corroborarse en la variedad de protagonistas y de publicaciones en los espacios en redes sociales del CPLL y de sus departamentos, palabras e imágenes que evidencian la vocación humanista preservada por la institución y la constancia de su trabajo comunitario.

“Todas las actividades de los escritores están respaldadas con el presupuesto. Hay autores vulnerables por la edad o por alguna situación familiar que no se han podido incorporar, pero en general hay mucha disposición y todos reciben la remuneración por sus derechos como intelectuales”, explicó Naranjo Guerra.

Por Yanetsy León González/ Adelante

Imagen: Cortesía del Centro Provincial del Libro y la Literatura