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miércoles, abril 24, 2024

Luis Álvarez ante dedicatoria de Feria del Libro

El camagüeyano Luis Álvarez Álvarez es uno de los dos intelectuales cubanos enfocados en la dedicatoria de la 30ª Edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana.

Este evento genera múltiples expectativas, después de dos años sin realizarse debido a la pandemia de COVID-19. Además, resulta especialmente significativo el destaque de quien ha forjado su obra en la cuna de la literatura cubana.

Luis Álvarez Álvarez recibió el Premio Nacional de Literatura (2017) por su huella como ensayista, crítico literario e investigador. Es Doctor en Ciencias (2001) y Doctor en Ciencias Filológicas (1989), ambos por la Universidad de La Habana.

Adelante Digital celebra la noticia en diálogo con el Maestro de Juventudes, como lo ha distinguido la Asociación Hermanos Saíz, un título que realza su dimensión de cubano consagrado a cultivar y compartir el conocimiento.

─La decisión de un homenaje debe incluir la voluntad de recibirlo, ¿por qué aceptaría usted la dedicatoria de la Feria del Libro?

─Esta dedicatoria de la Feria me fue informada hace dos días. Desde luego no la esperaba, y menos cuando falta tan poco para que se inaugure la Feria Internacional del Libro de La Habana. Tampoco puedo decirte que la deseara: sin dejar de apreciarlos, los premios y las distinciones no forman parte de mis prioridades, ni como ser humano ni como escritor. Me resulta muchísimo más importante cualquiera de una serie de elementos éticos, como la transparencia, el trato respetuoso y cortés, el sentido de la equidad y de la justicia.

“Desde luego que la dedicatoria de la Feria es un gesto muy grato para cualquier escritor, qué duda cabe. Pero, te insisto, la ética, como principio que debe regir a toda la vida cultural, para mí es mucho más importante y esencial. Porque es completamente cierta la frase aforística de José Martí en «Nuestra América». Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra. La cultura es la zona de las trincheras de ideas, y la ética, que debemos cumplir todos, sin distinción de rango ni de ningún otro parámetro, es el corazón mismo de esa zona de trincheras. Donde se viola la ética, no puede uno tener confianza alguna; donde se viola la ética, toda la fuerza de la nación resulta ultrajada”.

─Antes de la pandemia, ser el elegido implicaba prácticamente un año de trabajo editorial, ¿es diferente hoy ese beneficio de publicaciones? ¿Cuáles títulos suyos estarán disponibles?

─Es una pregunta interesante, pero tengo que confesarte que carezco por completo de información al respecto.

─La feria es un evento comercial que maneja lo cultural, ¿en qué zona identifica hoy el mayor reto para la industria cubana y la institución literaria?

─La situación compleja de nuestra economía no es un secreto y ha sido debatida incluso en diversos medios de comunicación masiva. Creo que la Feria Internacional del Libro siempre ha sido, por encima de sus inevitables intereses comerciales, un hecho ante todo cultural, o esa es la aspiración de nuestro pueblo. Creo, con mucha preocupación, que en el momento presente el reto mayor, para usar tu expresión es simultáneamente cultural y comercial.

─La lectura ha sido uno de sus objetos de investigación. Durante el confinamiento, ¿de qué soporte leyó más y qué tipo de contenidos prefirió?

─Te asombrarías si te confieso que he leído esencialmente en soporte digital, pero sobre todo si te digo que han sido lecturas del más variado pelaje. Me ha interesado mucho, precisamente, la temática de la cultura como macrosistema de cualquier nación que se respete. Porque Martí supo muy bien, incluso con mucha antelación para su época, que la cultura es un arma. Donde ella no se presenta con la afinación debida, entran en riesgo muchos costados principales de la nación cubana.

La editorial Ácana reedita una versión corregida y aumentada de El Camagüey en Martí, coescrito por Gustavo Sed Nieves y Luis Álvarez Álvarez. El libro será una joya desde la cubierta, por la imagen de la obra Camagüey en la distancia (2013), de la pintora Flora Fong.

La editorial Ácana reedita una versión corregida y aumentada de El Camagüey en Martí, coescrito por Gustavo Sed Nieves y Luis Álvarez Álvarez. El libro será una joya desde la cubierta, por la imagen de la obra Camagüey en la distancia (2013), de la pintora Flora Fong.

─Hay una aspiración en Camagüey de conquistar la condición de ciudad creativa literaria. Su obra es, sin dudas, un argumento de peso. En su opinión, ¿qué no debe faltar para convencer a la Unesco?

─Cuando ya mi esposa y yo habíamos renunciado a nuestros respectivos contratos con la Oficina del Historiador, su director nos solicitó ayuda para fundamentar la condición que mencionas. Lo hicimos, ante todo, por compromiso con la ciudad de Camagüey, cuna de la literatura cubana y uno de los baluartes de la cultura nacional. Cumplimos lo que se nos pidió. No hemos sabido nada más del asunto.

─Al recibir la noticia del Premio Nacional de Literatura 2017 declaró que no se consideraba un escritor. ¿Cambió de opinión? ¿Cómo se ve a sí mismo? ¿Cómo prefiere que lo vean?

─No he cambiado de opinión. Me veo a mí mismo como un intelectual, aunque haya publicado más de cincuenta libros a lo largo de la vida, y muchos más ensayos. Pero no soy del tipo de persona que considera que, por haber publicado cinco libros, tiene una condición especial. Me veo como un ser humano, nada más, pero nada menos.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Alejandro Rodríguez Leiva / Adelante