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jueves, abril 25, 2024

Los cabildos africanos en Camagüey

La labor de rescate del patrimonio cultural es una de las acciones esenciales a realizar en los museos, dentro del patrimonio cultural se encuentra el patrimonio intangible, el que es necesario conservar ante el riesgo de perderse, y como medio de perpetuarlo a las futuras generaciones.

El hombre en su devenir como ser social, se ha agrupado por sus intereses afines, grupos étnicos o religiosos y por muchas otras causas, motivados por afinidades comunes, políticos, o como formas de control, en algunos casos con la anuencia de las autoridades o ilegalmente.

Desde el inicio de la colonización, con la llegada de los negros esclavos al país comenzó un proceso de integración y asimilación del nuevo entorno, lo que posibilitó la transmisión de sus rasgos culturales y su agrupación por naciones de origen. En el siglo XVIII se concedió el derecho de asociarse a los esclavos y fue entonces cuando surgieron los cabildos africanos.

La Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, aunque su base económica estaba basada fundamentalmente en la ganadería, no estuvo exenta del fenómeno de la esclavitud y por ende también hubo establecimiento de cabildos.

Investigaciones precedentes:

Con anterioridad al presente trabajo se han realizado investigaciones relacionadas con este tema; en el ámbito nacional se destacó el etnólogo y filólogo Fernando Ortiz; siendo referencia obligada desde la segunda mitad del Siglo XX, también los de Urfe (1960) y los de Fernández Robaina (1986-1991), fueron monografías importantes. Otros estudios realizados los constituyen en la región oriental  los de Arrozarena (1961) y  Olga Portuondo Zúñiga (2000). Es importante resaltar la obra de la Doctora María del Carmen Barcia la cual realizó un exhaustivo estudio sobre el tema pero centrado en la región de la Habana, que se publicó el pasado año 2008 bajo el titulo  «Los ilustres apellidos negros de la Habana colonial», además en Cuaderno de Historias Principeñas No. 7,  también del 2008, aparece un trabajo  de la misma autora sobre un Cabildo de nuestra provincia. Otro estudioso del tema ha sido el investigador y coreógrafo Ramiro Guerra, que en su libro  «Calibán Danzante»  dedica un capitulo completo a la cuestión, titulado «Cabildos, candombe y cofradías».

En Camagüey, el investigador Rafael García Grasa realizó un estudio de «Los Cabildos» en la década del ‘ 70, el cual consistió en un levantamiento cultural para la confección del Atlas de la Cultura, pero que dejó brechas para otras investigaciones.

El OBJETIVO que nos propusimos fue: Explicar la importancia de los cabildos africanos como asociaciones culturales en Camagüey.

Su significación práctica radica en constituir un material de consulta necesario por que brinda un acercamiento acerca de la realidad de los cabildos en Camagüey, así como en aglutinar diversas informaciones dispersas en un solo material, lo cual antes no estaba disponible. Además de ser de gran utilidad para especialistas, estudiantes y cualquiera que se interese por el tópico, relacionado con el tema en las distintas instituciones del sector o fuera del mismo.

Las Comunidades Africanas en Cuba

Los primeros africanos vienen con Cristóbal Colón en sus diferentes viajes, pero estos son sólo sirvientes domésti­cos sin significación productiva. La entrada de africanos en Cuba al inicio no fue masiva, pero ya en 1513 habían ingresado esclavos al país y en 1515 se solici­ta autorización para introducir en Santiago de Cuba doce africanos desde la vecina isla de La Española (Santo Domingo), esto se va incrementando lenta­mente; hasta efectuarse más tarde grandes oleadas.

En 1518 se envían por el rey Carlos V, 4 000 negros esclavos con licencia, la cual era un simple permiso concebido por el soberano para llevar uno o más esclavos a las Indias. En 1523 son 300 los esclavos introducidos desde la isla de La Española (Santo Domingo), pero hasta 1528 no se oficializa su primer asiento, fecha en la que se produce una entrada masiva de estos al país.

La villa de Santa María del Puerto del Príncipe fundada en 1514 en Punta del Guincho, y asentada definitivamente en 1528 no estaba ajena a la trata de esclavos y en 1542 se insistía en la necesidad de brazos con destino a la villa, pero crecerá en proporciones menores a otros regiones del país, por el carácter económico basado en la ganadería, donde no fue preponderante la plantación. Esto será un factor determinante en la utilización del esclavo en labores domésticas y en su concentración en la cabecera de la provincia, a diferencia del resto del país.

Entre 1762-1763 en la parte occidental y centro del país, la fabricación de azúcar pasa a ser el primer renglón de la economía de la colonia, lo que produce un gran aumento en la entrada de africanos a Cuba.

La esclavitud alcanza su máximo apogeo entre 1790 y 1860, período en el que se introducen 1 137 300 esclavos, incluidos los estimados del tráfico clandestino, coincidente con el auge de la economía agroindustrial y con el aceleramiento de la crisis estructural del sistema, esclavista por su forma, pero esencialmente capitalista por su contenido.

Las zonas de procedencia de los esclavos llegados a Cuba corresponden fundamentalmente a la costa occidental de África, desde Cabo Blanco hasta el sur de Angola. En mayor o menor propor­ción aparecen de zonas del interior del continente y, como caso excepcional, de la región oriental bañada por el Océano Índico. La inmensa mayoría de estos pueblos pertenecen al grupo lingüístico Níger-Congo, de la familia ligero-cordofana y en Cuba son conocidos mediante diversas denominaciones multiétnicas: Arará, Carabalí, Congo, Ganga, Lucumí, Mandinga, Mira y otros, relacionados con topónimos e hidrónimos de sus lugares de asentamientos, captura, concentración y venta, que a su vez abarcan diversos etnónimos y denominaciones étnicas.

Los grupos humanos llegados a Cuba desde el continente africano poseen una marcada heterogeneidad económico-social, que se refleja en los distintos niveles de in­fluencia cultural de forma fragmentada según la diversidad existente entre unas comunidades étnicas y otras, así como entre las cantidades de esclavos traídos de cada lugar en diferentes períodos históricos, las zonas de ubicación en Cuba y las expresiones culturales que aportan.i

CABILDOS O COFRADIA

Las Cofradías surgieron en España en el Siglo XIV, pues fue en 1393 cuando el arzobispo de Sevilla, Don Gonzalo de Mena y Róelas fundó la hermandad del Santísimo Cristo de la fundación.ii

El 21 de noviembre de 1776 el ilustrísimo obispo Santiago de Echevarria y Elegusua autorizó a petición de dos negros libres carabalíes oubres, una hermandad erigida como cofradía de la Santísima Trinidad cuyos estatutos quedaron aprobados el 7 de enero del año siguiente.iii

Este término es abordado por distintos autores para ellos:

Cabildo: En la época colonial, era una agrupación de esclavos de una misma etnia que se reunían los días festivos para celebrar sus fiestas según costumbre de su tierra de origen.iv Se le considera como «instituciones  urbanas,  que agrupaban a africanos y sus descendientes de un mismo origen étnico.  Estas asociaciones religioso-mutualistas contribuyeron significativamente a preservar múltiples expresiones culturales como el canto, la música y el baile, pero sobre todo lograron mantener en gran medida sus sistemas religiosos.»  v

Proliferaron primero en la Habana, pero después se esparcieron por toda la isla. Su origen era español y al respecto Fernando Ortiz dijo: «Es probable que los negros en  Sevilla tuvieron la imposición por las autoridades de formar cofradías o sea organizarse»… luego apunta… «de Sevilla vinieron los cabildos y cofradías, negros a las Indias, reproduciéndose la organización metropolitana donde hubo gran núcleo africano»vi. «Era algo así como el capítulo, Consejo o Cámara que ostentaba la representación de todos los negros de un mismo origen»: generalmente el más anciano era el Rey del Cabildo a quien daban el nombre de capataz o capitán… era el encargado de guardar los fondos, imponer a sus súbditos y hacer las veces de sacerdote; era el intermediario entre blancos. Formaban una verdadera sociedad de socorro mutuo, con sus cajas… vii

Sus fondos permitían costear entierros de sus integrantes, comprar la libertad a esclavos ancianos, comprar propiedades para construir sus casas templos, confeccionar íconos religiosos, instrumentos musicales y otros.

En estudios dedicados al tema predomina el criterio de que se trata de: «una institución paralela a la cofradía (…) el cabildo se subordina al gobierno español, en tanto que las cofradías o hermandades lo hacían a la religión católica, ya que los estatutos eran aprobados por la jerarquía eclesiástica. Estas organizaciones se fueron ampliando y complejizando a partir del propio desarrollo de los mismos (…) muchos de ellos fueron focos importantes en la gestación del proceso revolucionario que daría paso a las luchas por la independencia…uno de los procesos más importantes y definitorios de las luchas del negro por su emancipación, por que le permitió contar con un espacio para pensar, hablar y hasta conspirar (…) Este a su vez influiría en sus normas, lenguajes, costumbres que aún mantienen su vigencia. viii

Las cofradías católicas admitían a los criollos y excluían a los esclavos, en los Cabildos de nación estos últimos eran admitidos aunque no tenían voz y voto, ni desde luego derecho a ocupar cargo alguno. La presencia de los criollos sin embargo estaba prohibida explícitamente.ix

Según el artículo 36, del bando de 1792… sólo se permitirían los bailes en días festivos, desde las diez del día, concluidos los oficios divinos, hasta las 12 meridiano y desde las 3 de la tarde hasta las 8 de la noche, a cuya hora deberá cesar las fiestas… bajo pena de multas de seis ducados… y diez por la segunda con otro tantos días de arrestosx.

En 1882… se exige que los cabildos renovaran anualmente la licencia del gobierno y … con habilidad y prudencia procurar que aquellas asociaciones vayan perdiendo  su actual carácter … formando así sociedades de recreoxi

Los tipos étnicos africanos que arribaron a Cuba, se distribuyeron de la siguiente manera:
Departamento Occidental: predominaba el lucumí, alcanzándolos en grado de proporción los congos y carabalíes.
Departamento Oriental: Congos en primer término siguiéndoles los carabalíes y por último lucumís. xii

Estudio que no abarcó la parte central del país debido al fallecimiento del investigador Rómulo Lachatañeré.

Otro estudioso del tema refiere que: «el predominio de congos, carabalíes y mandingas como esclavos del Puerto Príncipe era de carácter urbano en su inmensa mayoría, era lógico que el grupo preponderante fuera congo, que tenían fama como servidores domésticos » xiii.

En tanto la investigadora María del Carmen Barcia plantea que hasta el momento se consideraba «que la presencia conga era la más antigua e importante, pero que ahora aparece difuminados en el tiempo, africanos de origen mandinga y carabalí, con lo cual se enriquece y diversifica el panorama étnico de la regiónxiv.

En Camagüey

A finales del siglo XIX y principio del XX existían en Camagüey cuatro Cabildos, ubicados en:
Calle Rosario No. 56, entre Ignacio Agramonte y Montera
Calle San Luis Beltrán (hoy 20 de Mayo) No. 58 Esq. Cielo
Calle Cielo Esq. Campo Santo
Calle San Lorenzo No. 36 y 38.

En la reseña histórica de los Cabildos Africanos de Puerto Príncipe narrados por José Varona Hernández que vivió en la calle Cristo y asistía al Cabildo de Santa Bárbara en días conmemorativos, se relata lo siguiente: (…) «Disfrazados pues los mitos y teogonía africanaxv, con los nombres de Espíritu Santo, La Candelaria, Santa Bárbara, San Ramón non – nato, fundáronse[sic.] en esta ciudad cuatro agrupaciones denominados cabildos en los cuáles se le rendían adoración oficial bajo la disciplina dentro de la Iglesia romanista.»xvi

Los Cabildos en Camagüey estaban situados en barrios marginales:
El Cabildo Congo más importante se encontraba en la calle Rosario…, según ellos eran los más antiguos de Puerto Príncipe. Celebraban su fiesta principal el último domingo de marzo a las 12 del día, pero celebraban también el día de Santa Bárbara (…) El gobernador militar Don Pedro Mella Montenegro ordenó a la Banda de Voluntarios tocaran en la procesión (…) pues era la patrona del cuerpo de Artillería (…)xvii; eran famosos sus reinados celebrados en la plazuela de Triana. Después de 1895 algunos criollos quisieron resucitar el cabildo y no fue posible pues las autoridades no dieron su consentimiento.

El Cabildo de la calle San Lorenzo, eran Congos Luangos los que gozaban de grandes prerrogativas del gobierno colonial. Solo oficiaba el clero Católico Apostólico Romano, en este jamás se vio ceremonias ni ritos de africanos. Estaban constituidos su mayoría por antiguos servidores de acomodados reaccionarios peninsulares. Eran famosos por el abigarramiento de sus trajes. En el año 1894 era rey para esa fiesta Luís Recio, congo de buena prestancia, pero que por motivos económicos no podía venir vestido como la etiqueta requería y por tal motivo delegó en otro congo llamado Toribio Molina, el que según Luís, era de su tribu y compañero del barco en que vinieron a Cuba, cuando arrancados fueron de sus libres selvas. Toribio era negro pudiente pues además de tierra propia tenía carretas y bueyes. Era corriente a la salida de la reina, en los días de fiestas del cabildo, cuando ella se dirigía al trono, que fuera acompañada por acordes  de la marcha real.

Cabildo Carabalí, situado en la calle San Luís Beltrán, famoso por la maestría de sus músicos. Estaban bajo la advocación de la Santísima Trinidad. Poseían como atributo un báculo de oro masivo sobre el cual se encontraba una paloma que tenían dos rubíes.  A este cabildo perteneció Anselmo Villaplana, peinetero de oficio y contaba que aunque carabalí, había sido esclavo en el Congo – Belga,xviii su amo al ver lo debilucho que era, lo dedicó a enseñarle el oficio de trabajar el carey. Muerto su amo, pasó al poder de un miembro de esa familia, el que lo vendió, habiendo venido a Cuba antes de la guerra de 1868 y vendido en Cárdenas (Matanzas) a un Quesada de Puerto Príncipe. Ya en poder de este señor, un día le regaló Anselmo a una de las niñas de la casa un cintillito, que hecho por él, logró esconder a la rapiña xixde los que en el barco lo traían a esta tierra. El Quesada viendo la habilidad del negro, en vez de llevarlo al Ingenio lo dedicó al servicio doméstico (…) pronto lo exento del servicio (…) convirtiéndose en vendedor. Una noche, su amo lo vendió a  Don Joaquín Varona Estradaxx por la cantidad de $ 870 pesos, el que posteriormente habiendo oído su historia le concedió la libertad y Anselmo en su honor llevaba los apellidos Varona Estrada. Anselmo murió poco después de la guerra en el año 1895…xxi

El Cabildo Mandinga tenía su sede en la calle Cielo, pasado el callejón de Campo Santo. Eran negros muy soberbios y los que más se habían suicidado por escapar a la esclavitud, por lo que habían más mujeres que hombres. Cuentan que una de sus integrantes fue Carmen Casas, mulata de nación mandinga, su habla castellana con cierta pronunciación francesa, desmentía el origen. Bordaba primorosamente, con cuya labor libraba su subsistencia y la de su madre (….) Cuando vivieron en la calle San Diego No. 91 sus amas fueron a París y las llevaron como esclavas que eran, una francesa que tenían a su servicio las amas en aquel país viendo la facilidad que ella tenía para las labores manuales, de noche le enseñaba y fue que debido a eso sus amas la liberaron de todo el servicio y solo la empleaban en coser, bordar y confeccionar los trajes de las Señoras y Señoritas de su casa. Se decía que Carmen era hija de un Rey Mandingaxxii.  El canto de los mandingas era acompañado de tambores, güiros y una marimba.xxiii Estaban bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria.xxiv

Instrumentos musicales

La forma de vida africana se expresaba por medio de sus instrumentos y bailes:
Los carabalíes tocaban maracas de güiros, flautas, tambores pequeños y uno mayor, tubo de caña brava de 36 pulgadas y con una muescas a tres pulgadas de su cabeza que remataba con un nudo, según Macario Estrada, esos instrumentos eran en su tribu en África de colmillos de elefantesxxv.

Los congos tocaban el ngomaxxvi que era una caja para improvisar donde se establecía la polirritmia con la mula y el cachimbo, conocido también como alcahuete por que la madera se percutía con dos palitos (…)xxvii

Otro instrumento utilizado por los Congos en sus fiestas de los cabildos y es el conocido como MARIMBULA que también se le denomina Sansa o Kilonyexxviii.  Refiere el propio Rafael que en la calle Rosario esquina Triana, había una persona de esta procedencia que tocaba el instrumento y vendía coquitos en la década del 30. En las colecciones del Museo Provincial Ignacio Agramonte se atesora un exponente de éste tipo que fue confeccionado con una caja de tabaco marca «El favorito» de la fábrica de Tabaco Habana. El mismo fue rescatado por Mariana Betancourt Garay para el Museo que funcionó desde 1930 en una sala del hoy Tribunal Provincial y luego pasó a las colecciones del Museo Provincial cuando este fue inaugurado. Esta pieza pertenece al guión permanente que recoge la historia de esta  institución.

Sus bailes

Los Cabildos salían una vez al año, bailaban en plazoletas, de ellas las de Triana o llegaban hasta la Plaza del Cristo o de la Soledad (…)  Sus bailes eran: el Palo, Maní y Basunde (baile histórico rescatado por el atlas de la cultura)xxix. Yakuta, Yluka, según Ramiro Guerra en su libro Calibán Danzante.

Bebidas y comidas:

Bebían kimbisa, un vino aguado llamado mistela y aguardiente de caña.

Sus comidas preferidas eran el lechón asado, las vísceras de animal (gandinga adobadas), acompañado de casabe, ensalada de salpicón, arroz con pollo y de postre cuajada de miel

Su religiosidad:

Un Sínodo Papal del 16 de septiembre de 1687 refiere que… la Iglesia obligaba a los curas a acomodar las creencias religiosas africanas a las prácticas católicas. Un Bando de Buen Gobierno y Policía de 1792 exige a los cabildos africanos que se dedican al culto de sus divinidades, a adorar en lo adelante un santo católico equivalente, donde además se obligaba al bautismo, el rezo del rosario y oraciones matinales y de nochexxx. Además se oficializaba que estas casas estuvieran fuera de la ciudad (se reitera esta disposición en otro bando emitido en 1842)xxxi.

Los Cabildos fueros espacios que habían sido auspiciados para ejercer el control sobre los africanos libres pero en la practica constituían lugares en los cuales se estaban produciendo una transculturación religiosa sumamente popular que descontextualizaban y rompían la identidad hegemónica del catolicismo, razón por la cual no podían ser fomentados ni amparados oficialmente por la iglesia ni por las autoridades civiles. Tuvieron una dualidad paradójica, pues aunque fueron una forma de sociabilidad construida bajo el amparo del poder político para segregar y controlar a los negros y también para eximir a la administración colonial de posibles cargas económicas o sociales que decrecía a partir de las soluciones aportadas por esas agrupaciones, se convirtieron en un factor cohecionador que fue aprovechado por los africanos, conciente o intuitivamente para preservar los elementos esenciales de sus identidades culturales, pero la vida se impuso y en el nuevo contexto los fundamentos se fueron  mezclando y asumieron apariencias diversas que se reflejan por ejemplo en algunas figuras de su panteón sagrado.xxxii  Olga Portuondo Zúñiga señala que en la primera mitad del Siglo XIX los cabildos gozaban de una relativa autonomía, que está dado por que en esta época se produce un distanciamiento entre el papado y la alta jerarquía eclesiástica con el liberalismo constitucional español en ascenso, esta independencia se relacionó con la existencia de un clero criollo de comportamiento ortodoxo.

Desde los años 1860 la Iglesia Católica asumió una postura más dogmática e intransigente lo que distanció a los Cabildos cuya antigüedad había permitido una hibridación criolla progresiva del catolicismo con las religiones africanas. También se restringió la evangelización e hizo florecer con independencia las comunidades religiosas de negros libres y esclavos con una carga mayor de africanía. La actitud intransigente de las autoridades eclesiásticas y el temor de las autoridad civiles a la insubordinación política provocó el ocultamiento de las sociedades religiosas de los negros al considerarlos delictivos. El distanciamiento ritual, la impopularidad y el integrismo de la Iglesia pusieron en precario la vida de las cofradías hasta provocar su desaparición o integración con las asociaciones de los blancos y mestizos, luego de la abolición de la esclavitud en 1886xxxiii.

Conclusiones

Como se puede apreciar en el cuerpo del trabajo los Cabildos en Camagüey constituyeron fuertes núcleos de unidad socio cultural de las diferentes etnias africanas asentadas en nuestra ciudad llegando su influencia hasta nuestros días a través de sus bailes, música, comidas, tradiciones y ceremonias.

Ha quedado demostrado que los cabildos además de ser asociaciones de carácter religioso, practicaban entre sus integrantes la ayuda mutua y constituían núcleos cerrados de protección entre sus miembros.

Fueron sostén de la identidad africana y supervivieron de manera mezclada.

Es un patrimonio que debe enriquecerse por medio de la investigación, el  estudio y análisis, lo que permitirá su promoción y divulgación como una tradición de nuestra provincia.

Recomendaciones

Profundizar acerca del tema:

Centrándose en las diferencias y particularidades que existen entre los cabildos de otras provincias.

Estudiando la vigencia que en la actualidad tienen estas asociaciones en nuestra cultura.

Bibliografía:

Barcía María del Carmen: Ilustres apellidos negros en la Habana Colonial. Ediciones Boloñas. La Habana. 2008
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Betancourt Cisneros, Gaspar,  El Lugareño: Escenas Cotidiana publicado en la gaceta de Puerto Príncipe el 5 de Septiembre de 1838. P66.
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Deschamps  Chapeaux, Pedro: El negro en la Economía habanera del siglo XIX.
Guerra Ramiro: Calibán Danzante. Capítulo III: «Cabildos, candombe y cofradías.  Editorial Letras Cubanas. Impreso en Enero/2009. P. 83 – 132.
Lachatañeré Rómulo: «Tipos étnicos africanos que concurrieron en la amalgama cubana». P 35.
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__________: Ensayos Etnográficos. Editorial de Ciencias Sociales. Instituto Cubano del Libro. 1984.
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Otras Fuentes:

Archivo del Arzobispado. Libro 23. BPM. No. 566.
Archivo del Museo Provincial Ignacio Agramonte.
Archivo del Obispado de Camagüey
Archivo Histórico Provincial.
Archivo del Periódico Adelante.
Biblioteca Provincial «Julio A. Mella».
Centro de Investigaciones «Nicolás Guillén».
Archivos personales.
Museo de Palmira en Cienfuegos.
Aclaración realizada por Rafael García Grassa sobre cabildos africanos de la plazoleta de Triana y la reina de Caidige del 5/7/87 en la página cultural del periódico Adelante.
Antropología Lingüística. Imágenes realizadas por el Dr. Sergio Valdés Bernal: Diplomado de Antropología.
Artículo del Atlas Etnográfico de la Dra. Virtudes Feliú Herrera.
Artículo del periódico Adelante de fecha 3/2/1978 en ocasión del 464 Aniversario de la Fundación de la Villa por Manuel Villabella.
«Arrollando con los viejos tocadores»: entrevista realizada por Yanetsi León González a Rafael García Grassa para el periódico «Adelante»  el día sábado 21 de junio del 2008 (P 6).
Artículo de  Feliú Herrera, Dra. Virtudes: Atlas Etnográfico.
Diccionario Larousse.
Enciclopedia Encarta
Entrevista realiza a Rafael García Grassa el 19/11/08 y el 23/12/08 por Consuelo A. Sánchez.
Cuba Cruz María del Carmen: La Sociedad de instrucción y recreo «Antonio Maceo». Trabajo inédito. Biblioteca Provincial «Julio A. Mella», en Fondos raros y valiosos. 2008.
Foto 1 Cabildos de fiesta en Triana. Artista Naif Luis Manuel Torres.

Autor: Lic. Consuelo A. Sánchez Viamontes, Lic. Maileny García Cuenca. Colaboradores: GianNella Cordoví, Ángel Olazábal