Una multitud de camagüeyanos desafió hoy el intenso sol y el augurio de lluvias de cada 29 de junio para, con el tradicional entierro de San Pedro, despedir las celebraciones del San Juan, arraigada expresión sociocultural de esta región cubana.

Hubo llanto y risas; lamentos ante el muñeco que simula el cadáver y alegría por haber vivido, otra vez, seis días en los que la tradición se impuso ante realidades objetivas, para ratificar así que perduran a lo largo del tiempo, pese a las circunstancias. El reto está en mantenerlas.

Más de dos horas duró el trayecto del cortejo fúnebre desde la Plaza de los Trabajadores, por toda la calle Cisneros, hasta la Avenida de la Libertad y la Plaza de igual nombre, sin que disminuyeran la algarabía que se derrocha a cada paso y el dolor al decir adiós a un evento que demuestra la vida aquí de la cultura popular.

El último segundo de este jueves marca el fin del San Juan, pues en las áreas habilitadas en los cuatro distritos hasta ese momento se disfruta de las presentaciones artísticas, la música grabada y el resto de las propuestas.

Desde el pasado 24, con la lectura del bando, se desarrollaron estos festejos en Camagüey, que incluyeron los paseos de variedades, congas, comparsas y carrozas, cuyos resultados el jurado los anunciará en las próximas horas.

Por Juan Mendoza Medina/ Radio Cadena Agramonte

Foto: Humberto Cid González/ Radio Cadena Agramonte