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sábado, abril 27, 2024

José Antonio Chávez recuerda estreno del ballet Cantata

El coreógrafo cubano José Antonio Chávez, propuesto al Premio Nacional de Danza por el Consejo Provincial de Artes Escénicas de Camagüey, participa en el montaje para el reestreno de Cantata, obra de Iván Tenorio que él estrenó como bailarín en 1971.

“Yo sentía cuando salía de esta obra como si hubiera salido de un psicoanálisis, porque físicamente requería toda la capacidad del bailarín. Eran unos 50 minutos sin descanso, con una carga emocional que estar constantemente dando y buscando más”, contó en conferencia de prensa.

El estreno de Cantata ocurrió el 9 de abril de 1971 en el Teatro Principal de esta ciudad. Otto Chaviano hizo los diseños al proyecto coreográfico de Iván Tenorio, quien acudió a la Carmina burana del compositor alemán Carl Orff.

“Era el tristemente célebre Quinquenio Gris, y la primera puesta de Cantata, prácticamente fue prohibida, de ahí que se cambiara el nombre después de cambiar ciertas cosas que supuestamente constituían una agresión, como gestos que en aquel momento resultaban fuera de contexto”, señaló.

Relata Chávez que entonces el público no estaba acostumbrado a una constante llamada de atención de los bailarines. Además, a lo interno, había cierto malestar en la agrupación.

“La mayoría era de la primera graduación de la Escuela Nacional de Ballet. Había venido a la provincia cuando en realidad aspiraba a quedarse en La Habana. Iván aprovechó que los bailarines expresaran su desacuerdo, cosa que después se borró porque muchos hicieron una carrera aquí. Entendieron que Camagüey podía ser una plaza donde se podía crecer como bailarín”, enfatizó.

Juegos profanos fue el título original de la obra que dispuso del consentimiento del maestro Fernando Alonso para su montaje con el Ballet de Camagüey (BC), incipiente compañía, fundada en 1967 por Vicentina de la Torre.

“Cantata fue un hito en la historia de la coreografía de este país. Para nosotros, en lo particular, fue el inicio de asumir la contemporaneidad como también una manera de hacer y de crecer; porque seguimos haciendo los clásicos pero ya supimos que podíamos ser contemporáneos, y serlo muy bien”, destacó.

La verdadera consagración llegó con la temporada ofrecida en La Habana, donde además interpretaron Coppelia. En ese tiempo, el director del BC era Joaquín Banegas. Fernando Alonso estuvo al frente desde 1975 hasta 1992.

“Fue impactante porque donde se esperaba ver un grupo provinciano se presentó una compañía con todos los requerimientos: bailarines, directores, capacidad de la puesta, coreografía. Fue bueno porque se concretaba una compañía de ballet; por otro lado, el apadrinamiento empezó a retraerse”, dijo.

Chávez debutó como bailarín el 9 de marzo de 1970, en la primera puesta en escena de Giselle por el BC. Nació en Holguín, pero fue expulsado del hogar por aspirar a la carrera de bailarín, que gestionó por esfuerzo propio, después de trashumar por la capital, llegar a Camagüey, conocer la compañía y lograr un espacio de ensayo tras la jornada laboral en los talleres de maquinaria Lenin.

“Fue muy importante Cantata para concretar el Ballet de Camagüey como proyecto. Iván se hizo un gran coreógrafo estrenando Cantata y quienes participamos en el ballet, crecimos un poquito haciéndolo”, reconoció.

El reestreno será el 29 de abril, Día Internacional de la Danza, en el Teatro Principal, con un elenco ampliado por la integración de la Orquesta Sinfónica de Camagüey, y los coros profesionales de esta provincia y de Ciego de Ávila.

“Pasando el tiempo y ubicándonos ahora yo creo que la idea de Regina de reponerla uniéndola a los coros y a la orquesta es excelente. Va a ser impactante, estoy seguro. Los bailarines son muy jóvenes. Espero ese milagro de momentos antes que se descorre el telón, que se crezcan y veamos en escena una Cantata digna”, concluyó Chávez.

Por Yanetsy León González/Adelante

Fotos: Archivo del BC