Del Camagüey: Historias para no olvidar I y II, es una obra del historiador Ricardo Muñoz Gutiérrez, para indagar en aquellos pasajes que reflejan la tradición patriótica de nuestra localidad, desde las luchas por la independencia contra la corona española hasta las peripecias de los grupos clandestinos, durante la etapa de la República Neocolonial.

El libro, que será presentado este sábado, a las 10:00 a.m, en la librería Antonio Suárez, conjugan los tomos publicados en los años 2011 y el 2013 respectivamente, bajo el mismo título. “Trata sucesos que, deseamos, hagan a los lectores mejores ciudadanos y conozcan que sus raíces echaron los primeros brotes a partir del sacrificio”, declaró su autor a Adelante.

Apuntó el también investigador que quienes se sumerjan en sus relatos, podrán conocer más del origen del nombre de este territorio, “los españoles la nombraron Santa María del Puerto del Príncipe, sin embargo, desde el siglo XVIII, hay una intención de los principeños de diferenciarse de la metrópoli con el término camagüeyano, de origen aborigen”.

El título aborda otros temas de vital interés como la sublevación antiesclavista, encabezada por José Antonio Aponte, la conspiración de Joaquín de Agüero y Agüero, poesías e himnos cubanos, la reunión en el paradero de Las Minas, el 26 de noviembre de 1868, el incendio de Guáimaro, el 10 de mayo de 1869. De igual manera narra cómo los cubanos utilizaron el ingenio en el campo de batalla, para enfrentar a un enemigo superior, con el empleo de técnicas poco convencionales como panales de abejas y las estampidas del ganado vacuno.

La valentía de los hermanos Agüero, el primer corsario mambí, los matrimonios en la manigua, y hazañas del pasado siglo, como la del asalto al Carro Celular, se incluyen entre las atractivas ofertas. “Este no es un libro de análisis, causas y consecuencias, sino que aborda de una forma amena y sencilla, los hechos gloriosos de Camagüey”, expresa Muñoz Gutiérrez, y agrega, que los 42 acontecimientos y 166 páginas que lo contienen, pretenden afianzar el amor por la patria chica y el sentimiento de cubanía.

Por Yang Fernández Madruga/Adelante