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viernes, abril 19, 2024

Historias de pavorreales desde Guáimaro

El escritor Diusmel Machado repartió este sábado un tesoro bien preciado al vindicar con la franqueza de niño y la profundidad de hombre culto “esa cola de pavorreal que es la producción literaria de Guáimaro”.

En el Café Literario La Comarca sirvió la mesa con docenas de ejemplares de autores de su terruño, un territorio localizado al oriente de la ciudad de Camagüey, desde el siglo XIX cuna del constitucionalismo cubano.

“La literatura infantil es clave para salvar el consumo literario y para salvar la lectura”, dijo casi al principio como un aplauso a la actual dedicatoria al género en la edición XXVII del Evento Nacional Emilio Ballagas, en el que participa.

Relacionó con nombres, apellidos, sellos editoriales y anécdotas las publicaciones de cerca de una decena de escritores para niños, empezando por su madre Miriam Estrada con el poemario Mapucha.

“La Editorial Ácana ha vertebrado nuestro alumbramiento, pero ha sido el taller literario municipal Pablo de la Torriente Brau el que nos ha formado”, insistió quien a petición de un joven hizo junto a Miriam la “Controversia de Titi y Mamita”.

Diusmel se refirió también a la práctica de la escritura de padres e hijos, en los ejemplos de los historiadores nombrados Desiderio Borroto, y a los poetas Roberto y Randol Machado.

“Hay una transmisión de valores, de hábitos, que da como fruto esta herencia cultural inmediata”, enfatizó y luego destacó el vínculo como ilustradores de los artistas visuales, entre ellos, Manolito Acosta y Eduardo Rivera.

Mencionó a Miguel Ángel Rizo como el más joven autor, quien acaba de publicar La carpintería de mi padre Geppetto, con Ácana; y las oportunidades de búsqueda de otros públicos fuera de Camagüey.

“Un evento que madura y crezca no debe quedarse encerrado en su entorno local”, comentó al ejemplificar con los textos acogidos por el sello de San Lope (Las Tunas), El Mar y la Montaña (Guantánamo), Abril (La Habana), Mecenas (Sancti Spíritus) y La Luz (Holguín).

También han alcanzado editoriales extranjeras, específicamente en Venezuela, donde el doctor Julio Baldomero publicó la noveleta La pandilla (con El Perro y la Rana); y Miriam y Diusmel, el álbum Nuestros amigos del Caroní (con la Corporación de las Guayanas Energía del Caroní).

“Pienso que el germen de todo está en el año 1976, cuando el taller literario municipal empieza a funcionar en un oscuro lugar sin centrales ni industrias. Algo ha funcionado”, acotó.

Diusmel además anunció la intención de desarrollar “un evento de ilustradores para niños en Guáimaro” y dijo mirar con “ojos optimistas” la anhelada Casa del Escritor, soñada desde hace dos décadas.

Hoy en la noche, específicamente a las 9:00 p.m., retornará a La Comarca para una lectura junto a Domingo Peña, poeta de los grandes, oriundo de Sibanicú y radicado en Guáimaro.

Hasta este domingo, el evento Emilio Ballagas brindará protagonismo a los autores para niños a través de presentaciones y del reencuentro después de tanto tiempo de distanciamiento por la COVID-19.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: De la autora