Camagüey- Hace dos años, Joel Jover celebró su medio siglo de vida artística con una exposición de rarezas, según él, y ahora regresa con la tercera temporada de la serie “El Vacío”, con la que intenta, otra vez, hacer creer que le falta aliento.

En esta ocasión exhibe cerca de una veintena de obras donde predominan los grises, en esencia los mismos grises de aquellos cuadros “feos”, como califica sus primeras piezas, guardadas, dejadas a medias o retomadas tiempo después.

De las irreverencias iniciales, acentuadas por un expresionismo violento, con “El Vacío” se mueve o quiere moverse a un estado de contemplación en que anula todo intento de significar símbolos, trazos, figuras, texturas y colores.

“Sencillamente son 50 años y un cansancio tremendo en el juego del arte”, dijo Joel Jover la tarde de la apertura en la galería República 289 de la ciudad de Camagüey, donde la muestra permanecerá hasta octubre.

En las palabras al catálogo, porque es curador de sí mismo, insistió: “el hombre vive con el Vacío dentro de sí, es como una rara enfermedad que lo atormenta desde siempre, su vida entera transcurre en el vano intento de llenar su Vacío interior”.

Tal reflexión retrata una aflicción propia de la existencia misma del hombre, angustiado por el destino que no logra domar aunque lo intente, y justo en ese punto está situado el artista oriundo de Nuevitas.

“Hablar sobre el Vacío, es hablar sobre el sentido de la vida misma, pasajero en esa edad en la que no solo no hay vuelta atrás, sino y sobre todo, no hay tiempo para mucho, he decidido pensar en las cosas que faltan, aquellas que son responsables del Vacío, de la no presencia, el estado de orfandad que padece el ser humano ante esa extraña percepción que es el Vacío”, enfatizó.

Si escuchamos su palabra y miramos sus ojos con mirada lejana, Joel Jover pudiera convencernos de esa intención de no encontrar nada, sin embargo hay mucho en cada obra desde su oficio y con las señales de su forjado personaje del simulador.

Hay demasiado de sus huellas en esta inmersión visual, y la propia libertad a cada cual de encontrar lo que quiera ratifica un rasgo de su travesía de más de 50 años, enfocada a un espectador con criterio; por tanto, es una nueva provocación a quien mira.

La serie “El Vacío” abarca 113 obras. La primera exposición fue de óleos, la segunda hecha con acrílico, con la tercera incorpora texturas; faltan los pequeños formatos, ya comprometidos para mostrar en septiembre.

¿Por qué Joel Jover sigue pintando a pesar de todo? Incluso esa misma tarde de declaraciones apocalípticas, anunció que trabaja en una serie dedicada al patriota Ignacio Agramonte, para diciembre. Sin dudas, el arte lo mantiene comunicado consigo mismo y con su tiempo. No pensó este vacío sin esperar nada. He ahí las reverberaciones de sus cuadros.

Por Yanetsy León González./Adelante