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miércoles, mayo 08, 2024

El tiempo de Bernal

Hasta la Ciudad de los Tinajones llegó el camagüeyano Francisco Bernal después de un largo periodo por tierra española para honrar a través del pincel y los lienzos el recuerdo de sus seres queridos con la exposición personal El tiempo es oro.

La muestra ubicada en la Galería República 289 estuvo a disposición del público todo el mes de junio, espacio donde fue posible disfrutar más de una treintena de obras de grandes dimensiones con una misma temática como hilo conductor, el paso de los años, la corrosión de los metales, así como la restauración de valores a objetos obsoletos y olvidados.

Visitar el espacio expositivo fue entonces la excusa perfecta para conversar con el artista y descubrir cuánto ha variado la percepción del arte para Francisco Bernal desde sus inicios hasta la fecha, así como los planes que lo atan a su tierra natal con excelentes noticas para los amantes del grabado y la serigrafía.

“Comencé mis estudios en Camagüey, en la Escuela Provincial de Arte, ahora Vicentina de la Torre, luego pasé por la ENA y me gradué del ISA en el año 1985, en ese tiempo comenzó el Taller de Serigrafía René Portocarrero de La Habana y yo fui de los fundadores, por lo que me especialicé en el grabado.

“Siempre me llamó mucho la atención, desde mi etapa de estudiante, el fenómeno del tiempo y todo lo que este conlleva, los partes meteorológicos, los huracanes… en ese recorrido he tenido muchas series de pronósticos, temporales, ciclones; otra de las ideas recurrentes en mi obra tiene que ver con los óxidos y la erosión, es decir el efecto del tiempo sobre determinados materiales”.

Con la madurez artística la abstracción como recurso fue tomando otros matices y mezclar figuración y sombras comenzó a ser un patrón recurrente para Francisco Bernal al unir tendencias y técnicas que lo posicionan como un excelente exponente de las artes plásticas no solo en la Mayor de las Antillas sino en el país Ibérico.

“Después del 92’ me fui becado para España, sitio donde terminé de desarrollarme y comencé a crear talleres de grabado y serigrafía, una continuación a lo que hacía para entonces en al Habana; en Madrid abrí la galería de arte “Cuba 513” donde exponen artistas de la Isla y a esto se añade una colección gráfica con el nombre de “Estampa cubana internacional” que ya cuenta con más de 30 autores”.

Sobre la recién finalizada exposición “El tiempo es oro” bajo la curaduría del M. Sc. Juan Carlos Mejías Ruíz confesó a su vez el pintor y grabadista: “estos cuadros están basados en varias series, yo comencé por los fenómenos naturales, pero luego fue derivando a la causa y el efecto, a su vez intento rescatar objetos con los que hemos convivido.

“Una primera parte de la muestra está dedicada a mi abuela, varios de los cuadros tienen nombres de mi familia y los objetos también tiene relación, por ejemplo, la plancha está vinculada con el oficio que desempeñó mi abuela; hay otra serie que es de herraduras, un elemento simbólico, de ahí que se llame “Suerte”, un pie para que el espectador entre en mi mundo y comience a cuestionarse”.

Trampas para conejos, cencerros y anclas se suman a las grandes piezas recreadas por Francisco Bernal, quien a decir de Nazario Salazar en las palabras del catálogo es: “Un estelar hijo (…) que regresa a su terruño como un “Midas”, capaz de convertir, conceptualmente chatarra en oro”.

Una cuenta pendiente significaba volver a Camagüey, por lo que se dio la oportunidad de regresar y sus anhelos no culmina con la exposición pues abrirá las puertas de su casa en la calle República 163 entre Martí y General Gómez convertida en Estudio y Galería de Arte.

“Un encale entre mi vida de España y Cuba. Hay muchos proyectos alrededor y de ser posible estará crear un taller de grabado, en honor a mi padre, que siempre soñó con un centro cultural de ese tipo”.

El tiempo de Francisco Bernal apenas comienza, el paso de los años solo afianza sus deseos de crear y ahora será Camagüey el lienzo en blanco a la medida para sus figuraciones y sombras.

Por Claudia Artiles Díaz/ Colaboradora

Foto: Cortesía del entrevistado