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jueves, mayo 02, 2024

De francotiradores a participantes activos

Debía ser la reunión formal para constituir la comisión organizadora del X Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en Camagüey, pero llegó al debate crítico. A eso aspira el presidente nacional Luis Morlote, no ya dentro del círculo de las 14 personas seleccionadas sino de la membresía.

El realizador audiovisual diseña y controla un sistema de trabajo para seguir con rigor y liderazgo cada escalón vencido o meta por alcanzar desde la organización; de ahí el recorrido, provincia por provincia, para el saludo y las precisiones de camino a la magna cita en La Habana, a una distancia de 10 meses. La Uneac fue fundada en 1961 y aglutina a más de 8 000 cubanos.

Esta vez la conformación de la temática para el cónclave saldrá a partir de ahora de cada provincia. Por eso insistió en el diálogo y el consenso con los 231 miembros de la Uneac aquí, en aras de una propuesta camagüeyana contundente e irrepetible, y de un informe sin complacencias.

“Lo que quisiera es acompañamiento. Ustedes tienen tradición, comprensión, talento y entrega con la organización”, enfatizó Morlote, también con la aspiración de que el Congreso cristalice “una plataforma de trabajo revolucionaria y revolucionadora del sistema institucional de la cultura”.

Artistas e intelectuales de la comisión e invitados señalaron las insatisfacciones por planteamientos sin respuestas claras y objetivas e insistieron en que la Uneac amplíe la comunicación de sí misma con el lenguaje de los nuevos medios. Ya conforman una agenda de discusión enfocada a la política cultural, el sistema de enseñanza, el fomento de la polémica y la urgencia de la educación cívica para asociar lo cubano a lo bueno, lo bello y lo decente.

“El compromiso con la organización no puede pasar por lo que la organización nos da, sino por lo que somos capaces de ofrecerle”, recalcó la vicepresidenta nacional Magda Resik: “Tenemos que pasar de francotiradores a ser participantes activos en los procesos culturales”.

Por Yanetsy León González/ Adelante