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jueves, abril 25, 2024

Aurora Bosch: “Iván Tenorio ha estado presente”

“Yo pienso que el coreógrafo Iván Tenorio ha estado presente”, declaró Aurora Bosch, Joya del Ballet Cubano, sobre el escenario donde el Ballet de Camagüey (BC) acababa de reestrenar Cantata, justo el Día Internacional de la Danza.

Las palabras a la prensa reafirman el simbolismo de la reverencia, con 79 años de edad, al público que la ovacionó en cuanto supo de su presencia en el Teatro Principal, entrañable en su carrera de bailarina del Ballet Nacional de Cuba (BNC).

Iván Tenorio (1941-2014) fue su compañero de trabajo. Entró al BNC en audiciones para El lago de los cines, en 1965; se mantuvo en el cuerpo de baile y participó del ballet coreográfico, como experiencia promovida por Fernando Alonso, entonces director de la agrupación. Fue enviado a Camagüey en 1968, donde surgía el BC. Esta compañía tenía un año y estaba urgida de una definición estética.

“Camagüey siempre ha sido un pedazo de mi carrera. Cuando se hizo el intercambio entre el BNC y Camagüey, veníamos a bailar en este teatro, con mucho cariño; e igualmente se intercambiaba allá”, recordó, pues esa relación contribuyó al crecimiento mutuo, en lo profesional y en lo humano.

Gracias a la oportunidad de crear proyectos coreográficos, Iván Tenorio concibió Juegos profanos. Puso en práctica las lecciones de danza moderna acerca del dominio de los músculos del torso, para resolver problemas del equilibrio.

Antes de aplicar al BNC, había tomado clases en Estados Unidos, en la academia de Martha Graham, quien descubrió la pelvis como la fuente de energía del bailarín. Caracterizan su estilo la contracción y la relajación, la caída al piso controlada, los saltos del hombre, y el desarrollo de imágenes con los movimientos.

Para el reestreno, bajo la dirección general de Regina Balaguer, incidieron en el montaje los maestros José Antonio Chávez, Lila Martínez, Rafael Saladrigas; y las profesoras ensayadoras Elda Armengol y María de los Ángeles Varela.

“Ha sido un esfuerzo bastante grande de todos los maîtres, de los bailarines, de los músicos, de todos. Hay mucho valor y me he emocionado”, enfatizó Aurora Bosch con la elegancia y la ternura de cada gesto aplaudido en el Principal.

El estreno de Juegos profanos fue en 1971, en el mismo coliseo, bajo la dirección general de Joaquín Banegas. Debido a los prejuicios de la época relacionados con la incultura de funcionarios, cambiaron el título, y desde entonces se conoce por Cantata, en correspondencia con la música del compositor alemán Carl Orff.

En este ballet, la música no es sonido que acompaña, sino un personaje protagónico; y ese rol lo han desempeñado con excepcionalidad el Coro Profesional de Camagüey, dirigido por Lena Lauzao; Corávila, guiado por Jorge Rivero; y la Orquesta Sinfónica de Camagüey, bajo la batuta de Lídice Cruzata. Colores especiales brindaron con sus voces, la soprano Dorca Hernández, el contratenor Ubail Zamora y el barítono Alfredo Mas.

Iván Tenorio recibió el Premio Nacional de Danza en el 2007. Junto a Alberto Méndez y Gustavo Herrera compone la tríada de la coreografía cubana de las décadas del setenta y ochenta.

Por su parte, Aurora Bosch se mantiene cercana a la compañía camagüeyana, y participa en las “fechas históricas”, como Fernando Alonso, otra leyenda cubana de la danza, prefería nombrar cada celebración de aniversario. Él dirigió el BC desde 1975 hasta 1992.

“Me siento muy bien siempre que vengo a Camagüey. Esta mañana tuve sorpresas muy bonitas en dos escuelas que visité. Por el entusiasmo de esos niños y esa juventud dan ganas de entusiasmarse mucho más”, insistió.

Cinco años atrás, Aurora Bosch viajó a la ciudad para impartir clases al BC, como parte de la jornada por el cincuentenario de la compañía. Regresa a apreciar Cantata, un desafío a los bailarines y músicos cubanos de la actualidad, quienes, sin lugar a dudas, han contribuido a una virtuosa ofrenda a la memoria de Iván Tenorio, que anda vigente a través de su audaz, estremecedora e irreverente obra de juventud.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Alejandro Rodríguez Leiva / Adelante