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martes, julio 08, 2025

Exhiben cine sueco en Camagüey

Camagüey- Una oportunidad singular se abre para los públicos de Camagüey con el ciclo de cine sueco que se celebrará en junio en el Dodo’s Café del cine Encanto, gracias a la colaboración entre el Centro Provincial del Cine, el ICAIC y la Embajada de Suecia en Cuba.

La muestra, que se inaugura el lunes 9 a las 4:00 p.m., contará con la presencia del cónsul sueco Magnus Foddrell y comenzará con la proyección de Los hombres que no amaban a las mujeres, primer filme de la célebre trilogía Millennium, basada en las novelas del periodista y escritor Stieg Larsson.

La selección se completará los días 16 y 23, a la misma hora, con las otras dos entregas de esta intensa saga policial: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el Palacio de las corrientes de aire. Una propuesta poco frecuente en las pantallas cubanas y que llega como parte de un esfuerzo sostenido desde la Cinemateca de Cuba por diversificar los referentes culturales del espectador nacional.

Desde 2016, cuando tuvo lugar el primer festival de cine sueco en La Habana, esta iniciativa ha buscado tender puentes con una filmografía rica, diversa y muchas veces desconocida. Reporta Prensa Latina que, para Luciano Castillo, camagüeyano al frente de la Cinemateca y uno de los más destacados investigadores del cine cubano, la presencia de estas obras “ofrece al espectador la posibilidad de adentrarse en otras formas de narrar, otras estéticas y problemáticas que también enriquecen su imaginario”.

No se trata solo de ver películas distintas, sino de participar en un diálogo cultural. Y el cine, como espejo y fábrica de identidades, tiene mucho que decir en ese intercambio. En ese sentido, también resulta revelador recordar cómo el cine cubano ha representado —a su modo— lo sueco. Ejemplo elocuente es Hacerse el sueco, película de 2000 dirigida por Daniel Díaz Torres, donde un supuesto profesor de literatura llegado de Estocolmo se instala en una casa habanera, generando todo tipo de enredos. El filme, con guion de Eduardo del Llano y premiado internacionalmente, juega con los estereotipos y propone una visión irónica y entrañable del encuentro entre culturas.

Por Yanetsy León González/Adelante