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sábado, abril 20, 2024

Confesiones de mis vínculos con la AHS

En la filial camagüeyana de la Asociación Hermanos Saíz he encontrado un “hogar” laboral. No se trata de una afirmación infundada ni complaciente, sino la realidad.

Mis vínculos con la institución comenzaron como reportero de la corresponsalía camagüeyana de la Agencia Cubana de Noticias (ACN), donde laboré 42 años, tras seis años en otros medios de prensa.

Esa relación fue sedimentando mi entonces futuro trabajo con la institución juvenil, de la que soy colaborador de espacios digitales.

Luego de jubilarme, me ha posibilitado continuar en el ejercicio de una profesión hincada en mi vida, y en la cual acumulo 51 años.

Han sido otras rutinas productivas, pero todas afincadas en el periodismo, ese mediador entre la realidad y el receptor.

¿Qué he encontrado en la AHS?

En el contexto técnico, una magnífica oportunidad para afianzarme, mayoritariamente, en la redacción de semblanzas acerca de artistas y literatos.

La semblanza no es un género periodístico, sino una modalidad de contenido por lo regular abordada mediante la crónica, y que demanda inspiraciones mucho más allá de la apretada síntesis y la objetividad de la noticia.

En las entrevistas para obtener datos destinados a esos textos, he tenido la satisfacción de conocer a muchos creadores valiosos, quienes contribuyen a forjar la cultura cubana, y los cuales se perfilan como vanguardia juvenil en el quehacer artístico y literario.

No todas las semblanzas me han satisfecho por igual, pero recuerdo, entre otras, a las tituladas Jungla Urbana, Ada, entre el canto y la medicina, Lisandra y Jesús: pareja en el arte y en el amor, El poeta que desafió al abismo, Carbones en el arte de un creador que fue campesino, Viajes entre la realidad y la fantasía: Jorge Luis Pulido, y Un rapero en la Cruzada Literaria.

Esos contactos y eventos de diferente tipo me han permitido, también, incrementar mis conocimientos culturales y un nuevo entrenamiento en la técnica periodística.

Nunca he sentido temor porque a mi edad, ya con 70 años, pudiera haber encontrado un conflicto generacional en la AHS. Muy por el contrario, allí siempre me han recibido con afecto y me considero un miembro extraoficial de la institución.

No quiero concluir sin agradecer las muestras de confianza recibidas del expresidente Yunielkis Naranjo, del actual titular de la filial Ihordan Torres, y de la vicepresidenta Yanetsy León.

Quizás no he sabido expresar en toda su magnitud mis relaciones con la AHS, pero si no me fue posible, vale reiterar que allí tengo un “hogar” laboral.

*En marzo de este año, Adolfo Silva recibió el Premio Provincial de Periodismo Rolando Ramírez, por la obra de la vida, que confiere la Unión de Periodistas de Cuba en Camagüey.

Por Adolfo Silva Silva /Colaborador

Foto: Archivo AHS Camagüey