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viernes, abril 19, 2024

Maikel Sardaña: el escritor y la fábula

Para el cubano Maikel Sardaña Pérez, quien cultiva la escritura como un labriego desde el humilde espacio del taller literario, comienza la época de cosecha. Acaba de ganar la beca “Fundación de la Ciudad de Artemisa 2024” en narrativa infantil.

Presentó el proyecto de noveleta policíaca La vaca sin sombra, a partir de una idea surgida durante un ejercicio creativo de fábula en su peña La cueva del dinosaurio, en la librería Antonio Suárez, de Camagüey.

“Abogo por la literatura que enseñe y divierta, sin caer en el didactismo; por la literatura que haga al niño ser feliz”, sostiene este autor egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso.

Nieves Cárdenas López, Maikel José Rodríguez Calviño y Pedro Fonte González integraron el jurado de la beca convocada por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de Artemisa.

El resultado se hizo público en la Feria del Libro de esa provincia. Según las bases, el ganador recibe 12 000 pesos con diploma acreditativo, y dispone de seis meses para presentar un ejemplar del libro. La Uneac propondrá su publicación a través de la Editorial Unicornio.

Maikel leyó fragmentos de la obra en proceso La vaca sin sombra, este viernes en la peña Sóngoro Cosongo, del poeta Jesús Zamora y el cantautor Antonio Batista, en la librería Ateneo Vietnam.

“A veces pongo en duda si todavía funciona la fábula”, comentó poco antes de anunciar la próxima publicación en formato digital de una titulada Los dos conejos, con la Editorial Citmatel.

Preocupado por su formación como autor, fue tallerista de la escritora Evelin Queipo, y sin arrogancia ni autosuficiencia ha nucleado a un grupo en La cueva del dinosaurio, espacio abierto a la lectura, oportunidad para compartir textos propios, primer y tercer viernes del mes.

“La peña me ha dado muchos frutos, me ha dado amigos y motivaciones. Nos ponemos creativos. Hacemos ejercicios. Entre los mismos escritores debemos ayudarnos”, enfatizó.

Oriundo de Holguín y licenciado en Imagenología, se ha especializado en relatos breves con sentido del humor. Publicó el cuento para niños Alain (Ácana, 2021) en formato de minilibro de papel. Tiene “a medio terminar” una novela que el año pasado recibió el impulso de la beca Caballo de Coral, del Centro Onelio.

“En los talleres literarios sí se aprende. Publicar en una editorial es difícil. Hay talleristas con una buena obra y se pasan veinte años para poder publicar”, señaló quien además ha colaborado como guionista y locutor con una sección sobre minificción en Radio Camagüey.

Maikel Sardaña dirige la Editorial Ácana, institución donde se le ha visto su progreso profesional desde el oficio del trabajo en la imprenta y luego como especialista, antes de asumir la responsabilidad actual.

Por Yanetsy León González/ Adelante

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¿Impreso o digital? Cuestión de preferencias

La 32 Feria Internacional del Libro llegó a Camagüey con la invitación anual al disfrute de la literatura. Su sede principal en el Casino Campestre abrió sus puertas este miércoles y ya se extiende por la ciudad a espacios comunitarios y escolares. Dentro de las actividades presenta un programa dedicado al libro digital, en el Complejo Audiovisual Nuevo Mundo.

Los libros electrónicos o ecolibros son para algunos una comodidad al alcance de la pantalla, y para otros, un disparate que acaba con el aroma exquisito de las páginas. Los lectores tradicionales, acostumbrados a esa cercana relación con el papel que establecieron quizá desde niños, no aceptan del todo la intromisión de las nuevas tecnologías y la digitalización en este campo. Para ellos su más grande sueño es tener una biblioteca personal tan amplia como la de Gabriel García Márquez, el Gabo, o la de Jorge Luis Borges.

Por otro lado, están aquellos nativos digitales que enquistaron las pantallas de teléfonos móviles, portátiles y readers a su propio organismo. Estos comprenden la necesidad de la creación y la distribución de las ediciones digitales, pero de cierto modo también intentan mantenerse al margen del libro clásico.

Aunque avance esta alternativa electrónica, autores, lectores y muchas editoriales continúan pensando en papel. Asimismo, la ineficiente racionalización del uso de los recursos digitales limitan los ciberlibros a escasos pdf con títulos poco atractivos para los consumidores infantiles y juveniles.

No es solo cuestión de conservadurismo, tampoco existe una industria que lo favorezca a gran escala. El incesante cambio de formato al que está sometido el libro digital, a diferencia del impreso, en consecuencia de la inestable revolución tecnológica no asegura para este una vida perdurable.

Sin embargo, lo cierto es que en sus distintos modelos: pdf, epub, mobi, rtf, entre otros; facilitan la consulta de bibliografía sin importar el lugar, permiten llevar “la biblioteca” a todas partes y adaptar el texto según las exigencias visuales de cada lector. Resulta una opción más asequible, económica y amigable con el medio ambiente, mientras el tradicional libro impreso sigue dependiendo en su mayoría de la tala de bosques para la fabricación del papel.

La amarga y triste realidad es que los libros tradicionales, si bien codiciados por todos, se agotan de los estantes locales y producto de la crisis económica no vuelven a ser reimpresos de forma frecuente. El ejemplar se estanca en el mismo territorio de la editorial que lo publicó y se dificulta la distribución interprovincial de las obras. Tal es el punto que muchos autores ganan becas de creación fuera de la provincia y no pueden ver impreso el resultado de su esfuerzo en las librerías que lo circundan.

Por hechos como estos utilizar los recursos tecnológicos existentes para crear y divulgar la lectura se vuelve una necesidad imperante. Desde los ebooks hasta los audiolibros casi inexistentes en el repertorio nacional, los lectores merecen tener el conocimiento al alcance de sus manos y la opción de elegir impreso o digital.

Por María Félix García Posada y Lenisbel Iracema Espinosa Pacheco /Estudiantes de Periodismo

Foto: María Félix García Posada

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Teatro Icarón presente en Festival Teatrino de Camagüey

Matanzas- Con un fragmento del proceso de montaje que deviene primera incursión del actor Pedro Rubí Gonzáles en la dirección artística profesional, Teatro Icarón, referente de las artes escénicas dentro de esta ciudad, llegará al Festival Teatrino de Camagüey, previsto del día 20 al 24 venideros.

La Compañía danzaria la Andariega organiza la Xll edición del evento que cuenta con el apadrinamiento del Consejo de las artes escénicas para mostrar el arte que se hace con y para niños, expresó Pedro Rubí.

Participaremos con lo que será mi primer espectáculo como director artístico en un grupo profesional, como instructor de arte dirigí más de 15 espectáculos pero no con un proyecto profesional, dijo quien además actuará.

Pendiente a estreno, el espectáculo llegará a Camagüey como un trabajo en proceso para encontrar el criterio de otros colegas y creadores del país, destacó el artista.

Trabajamos con un texto creado por mí a partir de tres referentes de la dramaturgia nacional -explicó-, tres autores que podría decir son clásicos del teatro para niños: Fidel Galván, Rolando Arencibia y Jesús del Castillo.

Los textos originales tratan la relación entre los gatos y los ratones, y la pregunta que nos hacemos es ¿pueden ser gatos y ratones amigos?, adelantó Rubí con la expectativa de estimular el entendimiento y el respeto humano.

Abrakadabra, de Cienfuegos; El Arca, de La Habana; Soñarte, de Las Tunas; Proyecto Teatral GIA de Manzanillo, y dos grupos extranjeros: Equipo Fénix y Paquini, ambos de México, se incluirán también entre los participantes en el Festival Teatrino de Camagüey.

Por Anthony Bernal Ruesca/ estudiante de Periodismo

Foto: Tomada de facebook.com

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Especial presentación literaria de Magda Resik en Camagüey

Camagüey- Una de las más interesantes propuestas de la 32 Feria Internacional del Libro en Camagüey fue la presentación este viernes del volumen Hay que creer en Cuba, de la periodista y directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, Magda Resik Aguirre.

Sobre la obra, dijo Magda, no es suya, ella es simplemente la signante, el verdadero autor es Leal, “ese hombre humilde conocedor de la historia como pocos, amante de la belleza y custodio de la preservación del patrimonio de la nación”.

En Hay que creer en Cuba el lector puede encontrar «una biografía de Eusebio Leal Spengler. Van a encontrar su reflexión sobre la llegada de los colonos a América, su visión sobre la patrona de Cuba, sobre todo lo que hizo por rescatar la obra de Carlos Manuel de Céspedes», expresó la vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Se trata de una compilación de entrevistas que la propia Magda le hizo al reconocido historiador a lo largo de sus años de trabajo con él, las cuales “surgían orgánicas casi, como si conversara con su mentor o un padre”.

La razón del título está en una frase del mismo Eusebio Leal: «Hay que creer en Cuba, en su existencia real y posible, no en el mero pontón de la Roma americana, sino en una Cuba verdadera.

Solo la portada de este texto, que se trata de una fotografía de Julio Larramendi, te indica la magnitud del ser humano que se entrevista, Leal, como el mismo dijo ha vuelto en millones, en cada hombre y mujer que busca transformar, crear y proteger la esencia misma de su nación”.

De igual forma, en ese contexto, se realizó la presentación de la edición especial de la Revista Senderos, del sello editorial El Lugareño de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, dedicada al aniversario 510 de la fundación de la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

La 32 Feria Internacional del Libro en Camagüey se consolida como uno de los eventos literarios de mayor magnitud y más relevantes del país en la cuna de la literatura cubana.

Texto: Idaylén Rodríguez Rodríguez/Radio Cadena Agramonte

Foto: Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey

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Para creer en Cuba: Eusebio Leal convence en un libro

Hay que creer en Cuba, el libro de entrevistas a Eusebio Leal Spengler hechas por Magda Resik a lo largo de unos 25 años, tuvo una presentación en el Parque Agramonte dentro del contexto de la Feria del Libro en esta ciudad.

Con el sello de Ediciones Boloña, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, y publicado por Ocean Sur, este volumen pertenece a la Colección El Historiador, abierta para el trasvase a la letra impresa de sus discursos.

La autora relacionó la intención de perpetuar la palabra dicha en pleno ejercicio de la oratoria con el objetivo de “sistematizar el pensamiento porque hay que reconstruir un ideario”.

Acerca del libro reimpreso en el 2023 añadió: “aquí van a encontrar una biografía de la ideología de Eusebio Leal (La Habana, 1942-2020)”. Vinculó a través de anécdotas el humor, la manera de pensar de su entrevistado y el prodigio de su memoria.

También destacó el sentimiento del Historiador de La Habana hacia la región, el dominio de su historia y vínculo profesional con la Oficina del Historiador de esta Ciudad de Camagüey (OHCC) y el director de la institución José Rodríguez Barreras, “el hombre que Leal consideró su pupilo mayor, Joseíto”.

“Nos enseñó que la espiritualidad de una nación está atesorada en el corazón de cada uno de sus hombres y mujeres”, enfatizó Magda Resik, quien en la tarde en el Centro de Convenciones Santa Cecilia lo presentó para la OHCC.

“Para sostener la independencia patria que se creó, debemos creernos que somos capaces aunque no llevemos los nombres de esos grandes hombres de la historia”, insistió.

Hay que creer en Cuba pudo adquirirse por el precio de 200 pesos cubanos en el stand del Sello Ediciones el Lugareño, emplazado en la callecita al costado del Parque Agramonte, activado durante la Feria del Libro.

Magda Resik (La Habana, 1968) es la Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana y de la emisora Habana Radio. Conductora y guionista de espacios televisivos y radiales. Recibió el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Centro del Libro de Camagüey

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En Camagüey: Conjunto Arlequín recibe el Premio del Barrio

Camagüey- El Conjunto Artístico Arlequín recibió el Premio del Barrio que otorga la Dirección Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). El acto lo presidió el coordinador nacional de los CDR, Héroe de la República de Cuba Gerardo Hernández Nordelo.

La Plaza Maceo de la urbe principeña fue el escenario para la entrega del galardón, donde colocaron una ofrenda floral en la base del monumento al Titán de Bronce en el primer momento de la ceremonia. Una representación del pueblo camagüeyano acompañó a los jóvenes artistas e instructores del Arlequín.

El héroe Gerardo Hernández entregó el Premio al director general de la compañía, Osmary Fustiel Águila, quien ratificó el compromiso del conjunto Arlequín de acercar la cultura al barrio y fomentar el desarrollo de las nuevas generaciones en la promoción de los valores artísticos del territorio.

“Este Premio del Barrio, como su nombre indica, no lo da la Dirección Nacional de los CDR, sino el barrio, pues este es quien lo propone y conoce su quehacer”, dijo Hernández Nordelo al tiempo que aseguró que la decisión de entregar el premio al proyecto agramontino, justifica el gran desempeño en función de la educación desde las comunidades y el papel de sus niños, adolescentes y jóvenes en la realización de actividades socio-culturales.

Con casi 25 años, Arlequín es una iniciativa de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey que acerca a los infantes al Patrimonio Cultural Cubano y los prepara para que sepan desarrollar, en cada manifestación artística, lo local y nacional en aras de fortalecer las tradiciones de la nación.

Por Ernesto Rivero Nápoles / Estudiante de Periodismo

Foto: Alejandro Rodríguez Rodríguez/ Adelante

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En la casa de la Uneac

Muchos de los invitados de la Feria del Libro en Camagüey son miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Y si bien, dondequiera que se les vea y se les lea, con ellos y en ellos anda la Uneac, esa presencia resulta más notable cuando la mesa de diálogo es servida en la casa.

Con mayor o menor éxito, en el diseño del programa general del evento cada año tienen en cuenta la sede de la organización como parte de una ruta colateral, aunque en la actualidad lleva el tono del protagonismo, acentuado por la dedicatoria a dos de sus personalidades.

Camagüey quiso consentir esta vez durante la Feria a Juan Antonio García Borrero, ensayista, investigador y entusiasta del uso creativo de las tecnologías para la gestión cultural; y a Sergio Morales Vera, poeta, narrador, periodista y compositor de canciones.

En la Uneac, para cada uno fue pensado un conversatorio que en ambos casos resaltó las virtudes personales y de la obra, con énfasis en los proyectos asumidos sin el cálculo del provecho individual, ni con esa enfermedad en ascenso de vanidades que desestiman todo impulso verdadero al bienestar colectivo.

Sin apologías pero con afecto fue puesto en valor el enorme perfil de Juani, un hombre brillante que ahora mismo es el referente mayor de intelectual activo desde aquí en el Camagüey de hoy. No fue diferente el reconocimiento a Sergio, por su medio siglo apegado al arte de la escritura, de los cuales lleva dieciséis con el encargo de un servicio público añadido, presidir el comité provincial de la Uneac.

El fin inmediato y último de la palabra y de la acción de Juani y de Sergio está en la esperanza de vida de los demás, los suyos del gremio sentipensante, y los habitantes de esta nación. Por eso, con terquedad erigen Camagüey como epicentro cultural descentralizador.

Con la Feria ha habido más de un pretexto para visitar la casona de la calle Cisneros por los guiños a Brasil, las lecturas, la promoción de publicaciones y el reencuentro. Una organización debe acompañar a sus miembros. Esta no pone la condición de volver con un libro nuevo para merecer el espacio, porque sus escritores y sus artistas necesitan saber y sentir que existen para la Uneac.

Por Yanetsy León González/Adelante

Foto: Centro del Libro de Camagüey

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Literatura para jóvenes, algunos retos desde la Carpa

En reiteradas ocasiones hemos escuchamos la frase de que la juventud de ahora no lee. ¿Qué tan cierta es esta afirmación y cuáles son los retos para atraer a lectores de este grupo etario? Esas interrogantes fueron el punto de partida para un conversatorio desarrollado este viernes en la Carpa de la Reina, como parte de la 32da Feria del Libro en Camagüey.

Moderado por la periodista Gretel Díaz, jefa de las secciones de Crítica e Investigación y Literatura, en la filial agramontina de la Asociación Hermanos Saíz, y con la participación de los escritores Ariel Fonseca, Lioneski Buquet y Evelin Queipo, el panel intentó ilustrar sobre las maneras y temas adecuados.

El espirituano Fonseca aprecia que los jóvenes sí leen, pero principalmente posts en internet, comentarios o textos comerciales. Es del criterio de que necesitan consumir una literatura más pensada e inteligente. A la hora de escribir, confiesa que no lo hace pensando estrictamente en si será para niños, jóvenes o adultos: «Trato de anotar e ir construyendo las ideas e historias en el momento que se me ocurren, luego toca organizarlas en el papel y decantar hacia que público va».

Con sus propios ojos, Lioneski ha visto que sí existe interés por leer en la juventud cubana. Trabajó varios años en una céntrica librería en Ciego de Ávila, y la mayoría de las personas que se acercaban eran jóvenes.

«Si bien lo hacían para buscar títulos muy conocidos como Cumbres Borrascosas, la saga de Harry Potter, e inclusos clásicos de la literatura nacional, algunos me pedían que les sugiriera lecturas».

Observa que en los temas a tratar, a veces los mismos autores son quienes establecen tabúes, y en su caso opta por escribir lo que le gustaría leer. Intenta redactar con un lenguaje lo más interesante, ocurrente y fresco posible.

«No me importa utilizar ningún medio, por muy ridículo que parezca, para atraer lectores, intento seducirlos con cualquier cosa», confesó Evelin Queipo, quien relató anécdotas de algunas de sus ocurrencias con las que ha logrado llamar la atención de las personas.

«Es más complejo con los jóvenes que con los niños, pues llevan más años en el mundo, enfrentados a cosas o temas que les gustan o disgustan basados en experiencias anteriores».

Se refirió además a otros temas que influyen también como la selección de los libros que se publican, las ilustraciones, cubiertas, tamaños y títulos. Si bien es cierto que aún hay mucho por hacer para lograr un mayor interés de los jóvenes en la lectura, el espacio sirvió para reflexionar y analizar maneras diferentes de atraerlos y seguir fomentando este hábito.

Por Luis Adrián Viamontes Hernández/ Adelante

Foto: Víctor Pando González/AHS

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Evento teórico de la Feria Internacional del Libro en Camagüey

Camagüey- En el Café Literario La Comarca sesionará el evento teórico de la 32 Feria Internacional del Libro en la Ciudad de los Tinajones, que tuvo su apertura este miércoles con el panel La cultura brasileña: ¿una gran desconocida?

Conducido por Armando Pérez Padrón, propició el intercambio sobre los rasgos identitarios del gigante sudamericano, que en su amplia extensión geográfica hace confluir variedad de saberes y expresiones músico danzarías.

El crítico cinematográfico Juan Antonio García, el escritor Sergio Morales y la musicóloga Verónica Fernández intercambiaron con los presentes acerca de diferentes aspectos de la cultura brasileña a propósito de ser el país invitado de honor en la actual edición de la Feria Internacional del Libro. Momento propicio también para promocionar el texto La música de Brasil, de Ignacio Díaz González.

Otro momento especial resultó la mesa Isabel Monal y Francisco López Sacha, dos aristas de la literatura cubana, que con Evelin Queipo, Vilda Rodríguez y Alfredo Zaldívar desentraño rasgos de las personalidades a las que se dedica este 2024 el evento cultural más abarcador de la nación.

“Hay que contar con la obra de Isabel Monal para entender el desarrollo del pensamiento cubano”, dijo Vilda Rodríguez, y la resaltó como una destacada prologuista de textos medulares para el devenir de la nación, defensora de la parte crítica del marxismo desde la teoría y no con atrincheramientos políticos.

De ella se presentó el volumen Ensayos americanos, catalogado como una lectura necesaria para esclarecer varios aspectos controversiales del pensamiento latinoamericano, cuya reedición llega en un momento muy oportuno para la sociedad.

Por su parte Alfredo Zaldívar destacó los aportes de López Sacha a la enseñanza de la narrativa, a quien catalogó como un gran conversador, e invitó a llevar sus libros, entre ellos la novela Voy a escribir la eternidad, Premio Alejo Carpentier 2023, que publicara la Editorial Letras Cubanas.

Texto y foto: Radio Camagüey

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Una Feria para todos

Las brisas de la 32da Feria del Libro de Camagüey no soplan solamente en el Casino Campestre, pues un amplio programa colateral de actividades se encarga de trasladarla a diversos puntos de la geografía principeña.

Uno de esos encuentros con especial significación fue el ocurrido este sábado en el Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña, de esta ciudad, en el que niños, familiares y personal del centro pudieron acceder a algunas de las propuestas literarias en venta e interactuar con escritores locales e invitados.

Evelin Queipo tiene experiencia en el trato con los infantes, por eso fue la elección perfecta para divertirlos y entretenerlos con sus juegos y adivinanzas.

«Sabemos que hay comunidades desfavorecidas, que por su lejanía, difícil acceso, otras complejidades y las dinámicas propias de la Feria les resulta difícil vincularse a nuestra fiesta. En este sitio el público son niños con algún padecimiento, y traerles un momento de alegría, cultura y acercamiento al conocimiento siempre será de vital importancia», expresó.

Otra que rápidamente conectó con los pequeños a través de cantos y lecturas fue la matancera Maylan Álvarez, quien califica de satisfactorio y gratificante retroalimentarse en este tipo de lugares sensibles y especiales.

«Es un honor y un privilegio para mí acompañar a los niños y padres, traerles un poco de alegría, envuelta en la fragancia de un libro, en el placer de compartir lecturas. Nunca vamos a creer que la literatura es para escogidos, entendemos que, cual juglares, debemos llevar a los grandes y pequeños públicos el arte, a través de libros, interpretaciones, música».

A Diusmel Machado le correspondió la responsabilidad de presentarles La Edad de Oro, esa revista del Apóstol que cada cubano debe conocer.

«Es el texto más propicio para un niño, por todas las enseñanzas y moralejas que Martí cuidadosamente presenta, con el objetivo de educar y formar personas cultas, humanistas y de bien. Estas experiencias son hermosas, pues los enfermos encuentran en las páginas de un libro aliento, distracción, conocimiento y ganas de crecer».

Muy agradecida se mostró Yanisbel Álvarez, madre del pequeño paciente José Carlos Rodríguez: «Es una oportunidad maravillosa para acercar a los niños a la lectura, sabemos que no todos tienen la posibilidad de llegar hasta el Casino a comprar libros.

Además es una forma de esparcimiento para los que están aquí, y muchas veces no tienen como jugar o entretenerse por el confinamiento del hospital».

Con el encargo de llevar la Feria a lugares donde es posible encontrar un lector potencial, el programa colateral del evento incluyó durante cada jornada, presentaciones de libros, payasos y trovadores, conferencias y lecturas en escuelas, universidades, comunidades, instituciones, hogares de ancianos y casas para niños sin amparo familiar.

Por Luis Adrián Viamontes Hernández/ Adelante

Foto: José Antonio Cortiñas Friman (OH)

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